
Motivar y guiar a la congregación a una adoración liberadora, sanadora, restauradora, llevándole a una doración en Espíritu y Verdad
La adoración depende directamente del concepto que tengamos de Dios.
Adorar es la expresión espontánea de lo que sentimos.
Adorar a Dios es un deleite y debe ser una actitud de humildad, reconocimiento y agradecimiento por sus bondades y misericordias.

Christian y Cesia Estrada
Directores
